El Código de deontología médica contiene los principios y normas éticas que deben guiar la conducta profesional del/a médico/a. Las normas que contiene son de obligado cumplimiento. Algunas se refieren al manejo del dolor y a la información al paciente, con especial énfasis cuando conlleva un pronóstico desfavorable, sea por la propia naturaleza de la enfermedad o por la relevancia en alguno de sus síntomas, como el dolor. El médico debe esforzarse en transmitirla con delicadeza y si se prevé daño al paciente derivado de la información, el médico debe ponderar la oportunidad y el momento de comunicarla, constatando en la historia clínica las razones por las que se ha pospuesto la información completa («privilegio terapéutico»). Para el médico, el tratamiento del dolor no es una cuestión opcional, sino un imperativo ético. La buena práctica médica supone la aplicación de medidas terapéuticas proporcionadas, evitando tanto la obstinación terapéutica como el abandono, el alargamiento innecesario o el acortamiento deliberado de la vida. En el final de la vida, el objetivo prioritario del médico debe ser conseguir para el paciente el máximo confort posible, en el corto periodo de vida que le queda. Guardar la vida a ultranza y sin límites, defendido por algunos, puede derivar al médico al «encarnizamiento terapéutico» con terapias que no pueden curar, tan solo prolongar por poco tiempo su vida en condiciones penosas, conducta que no es ética, ya que causa un mayor perjuicio al paciente y su familia.
Palabras clave: Código de deontología médica. Dolor. Analgésicos opioides. Sedación paliativa. Eutanasia.