El dolor torácico es una de las causas de consulta desde asistencia primaria a un servicio de urgencias. Entre otros argumentos, cabe señalar su posible vinculación con una alteración cardiaca y las dificultades que encierra la anamnesis. Etiquetar el origen y la causa del dolor requiere tiempo y comprensión. A la mayoría de los pacientes les resulta difícil explicar las sensaciones, así como la forma en que se han presentado, y de ahí las dificultades para realizar la anamnesis. La definición de angina y la localización del dolor son muy claras, pero no siempre se manifiesta de forma evidente y sin opciones para la duda. La clásica definición de angina de pecho con dolor retroesternal irradiado al brazo izquierdo, o a ambos brazos, es una de las formas de presentación, pero en otras ocasiones el dolor es irradiado y diversificado. Este es el argumento más importante que hay que transmitir: pensar en las presentaciones menos típicas y que realmente corresponden a angina. Si no se hace una historia rigurosa, queda sin identificar, se diagnostica como dolor atípico o se pasa directamente a solicitar pruebas complementarias. La medicina clásica ha avanzado en el diagnóstico de la enfermedad mediante el análisis exhaustivo de los antecedentes, la sintomatología y la exploración física básica. Con el paso del tiempo se han incorporado las exploraciones complementarias, que han facilitado alcanzar el diagnóstico, pero ello no es motivo para descuidar la historia clínica completa, a la que hay que dedicar un tiempo del que a veces no se dispone, especialmente en un servicio de urgencias.
Palabras clave: Dolor torácico. Angina típica. Gasto energético.